Talomida

A pesar de su pasado como medicamento teratogénico humano, la talidomida se ha convertido en uno de los medicamentos, de primera línea en el tratamiento de pacientes con mieloma múltiple no tratado en España. Y es que la historia de la talidomida no puede ser olvidada y ha servido como lección en el desarrollo de fármacos. 

Pero ¿qué ocurrió exactamente?

Un poco de historia de la talidomida

La talidomida es un derivado sintético del ácido glutámico, un aminoácido natural implicado en importantes procesos fisiológicos, como la neurotransmisión o el metabolismo cerebral. Se desarrolló en la época de los 50 e inicialmente se usaba para tratar las náuseas de las embarazadas. Se distribuyó y se comercializó en 46 países de todo el mundo por la compañía farmacéutica alemana Chemie-Grünenthal. Por lo que, se convirtió en uno de los medicamentos de mayor venta en el mundo y se anunció como completamente seguro. 

Más tarde, se descubrió que causaba malformaciones en el feto. Por esto mismo, fue prohibida, en 1961, en muchos países y no se ha vuelto a utilizar durante décadas. Se estima que afectó a más de 10.000 niños, solo en Europa.

El gran problema de la talidomida

La talidomida consiste en dos anillos enlazados, un anillo de glutarimida y ftalimida (figura 1). Tiene un carbono quiral, es decir, existe en dos formas especulares no superponibles. Si imaginamos nuestras manos para explicar este concepto: nuestra mano derecha en un espejo se convierte en nuestra mano izquierda, es decir, nuestras manos no son superponibles ni idénticas es lo que llamamos en simetría molecular: enantiómeros.

Figura 1: Estructura química de los enantiómeros de la talidomida, R y S. Imagen realizada con Chemdraw (moléculas) y creative commons (manos abiertas).

Los enantiómeros poseen las mismas propiedades físicas, a excepción de que interaccionan de manera diferente con la luz polarizada, y distintas propiedades químicas por lo que reaccionan de manera diferente. La forma S de la talidomida, es la que provoca malformaciones en los niños de las madres que tomaban este fármaco para reducir las náuseas matutinas durante el embarazo. Por otro lado, la forma R, que es el espejo de la S, no causa malformaciones y tiene efecto sedante.

Lo que ocurrió realmente en la década de los 50 con la talidomida es que se comercializaron como mezcla de los 2 enantiómeros causando de esta manera los efectos secundarios fatales de la forma enantiomérica S.  Los sobrevivientes de este desastre tienen discapacidades graves, y muchos de los sobrevivientes están experimentando problemas relacionados con la edad de aparición temprana, como osteoartritis, problemas de movilidad articular y enfermedad coronaria, lo que les dificulta la vida.

Figura 2: Efectos de la talidomida. Malformación congénita de los pies. Imagen obtenida de Wikimedia commons.

Hoy en día, la talidomida se usa para tratar con éxito una amplia gama de afecciones médicas, que incluyen la lepra, el mieloma múltiple y el cáncer, así como la enfermedad de Crohn, el VIH y otras. Asimismo, el uso de talidomida se monitorea cuidadosamente mediante esquemas exitosos como STEPS (System for Thalidomide Education and Prescribing Safety_program) que monitorea a las pacientes para asegurarse de que no estén embarazadas mientras reciben tratamiento.

Recientemente se ha demostrado que la talidomida funciona de diferentes maneras: detiene el desarrollo de las células cancerosas al impedir que las células cancerosas se dividan y crezcan, evita que los cánceres produzcan sus propios vasos sanguíneos, que necesitan para poder crecer y estimula algunas de las células del sistema inmunitario para que ataquen las células del mieloma. 

Además, se han identificado diferentes dianas moleculares de la talidomida en el embrión, que incluyen Cereblon, una ubiquitina ligasa que marca otras moléculas para su destrucción. Se cree que esta interacción puede dar lugar a una mala regulación de las principales vías de señalización en el embrión. De hecho, si la talidomida no puede unirse a Cereblon, el embrión no se ve afectado por la talidomida.

Conclusiones

Como se ha evidenciado en múltiples investigaciones la ciencia ha avanzado y la talidomida, en su forma R, ha demostrado beneficio en el tratamiento del mieloma múltiple o ciertas enfermedades inflamatorias.

Además, el 2 de febrero de 2023, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) permitió la comercialización de la talidomida, en combinación con melfalán y prednisona, para el tratamiento de primera línea en pacientes con mieloma múltiple no tratado, mayores de 65 años o no aptos para recibir quimioterapia a altas dosis.

Anteriormente, la AEMPS comunicó que su uso está contraindicado en mujeres embarazadas. Además, hace un inciso que en mujeres con capacidad de gestación y en varones únicamente se podrá prescribir si se cumple con lo establecido en el Programa de Prevención de Embarazo.

Su prescripción y dispensación está sujeta a un Sistema de Acceso Controlado. A través de un formulario en la aplicación de Medicamentos en Situaciones Especiales (MSE) de la AEMPS se podrá tramitar la solicitud del tratamiento. Toda la información sobre la comercialización de la talidomida se encuentra alojada en la web de la AEMPS.

Este artículo ha sido redactado por el equipo de Microbacterium.es de forma exclusiva para Lokicia.com Artículo redactado por Vanessa Redondo y editado por el equipo de Microbacterium.es, que forma parte de Sharescience.es

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Bibliografía

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Comercialización de talidomida: Programa de Prevención de Embarazo y Sistema de Acceso Controlado. AEMPS.

Vargesson N, Stephens T. Thalidomide: history, withdrawal, renaissance, and safety concerns. Expert opinion in drug safety. 2021;20(12):1455-1457.

Thalidomide. Cancer Research UK.

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