Memoria, 2 factores claves en nuestra caja negra mental

Neurociencia

Se sabe que el sueño es crucial para consolidar nuevas vivencias en nuestra memoria. Mientras dormimos, nuestro cerebro reactiva áreas neuronales concretas para fijar esos recuerdos vividos durante la vigilia. Sin embargo, la cuestión de cómo nuestro cerebro elige qué información se prioriza para esta repetición nocturna sigue en gran medida sin respuesta.

La fascinante danza entre sueño, recompensa y olvido en la memoria

Desde un punto de vista evolutivo, tiene sentido que nos centremos en experiencias que aumentan nuestras posibilidades de supervivencia, como aprender a evitar peligros, encontrar fuentes de alimento o conseguir «recompensas sociales» como elogios o reconocimiento de los demás.

La ciencia ha avanzado mucho en la comprensión de los mecanismos que subyacen a la memoria. Sabemos que el sueño juega un papel crucial en la consolidación de los recuerdos, pero aún queda mucho por descubrir.

Adentrémonos brevemente en el fascinante mundo de la memoria y exploraremos cómo nuestro cerebro decide qué información es digna de ser preservada. ¿Cómo la recompensa, el logro y el sueño se entrelazan en este complejo proceso? ¡Vamos a verlo!

El sueño: la clave para fijar los recuerdos

Dormir es una necesidad biológica fundamental, tan esencial para nuestra supervivencia como comer o respirar. Pero más allá de su función restauradora, el sueño también juega un papel crucial en la memoria.

Mientras dormimos, nuestro cerebro repasa y consolida los recuerdos adquiridos durante el día. Es como si reprodujera una película en cámara lenta, reforzando las conexiones neuronales que representan las experiencias vividas (memorización).

Este proceso de consolidación es fundamental para que los recuerdos se vuelvan permanentes y puedan ser recuperados en el futuro. Estudios han demostrado que la privación del sueño puede afectar negativamente la capacidad de memorización, tanto a corto como a largo plazo. Así que sí, quedarse estudiando hasta altas horas de la noche no suele dar buenos resultados a largo plazo… Al no dormir lo suficiente no le da tiempo a nuestro cerebro a subir toda la información a nuestra «nube» cerebral.

La recompensa: un factor determinante

El sueño no es el único factor que influye en la consolidación de la memoria. La recompensa también juega un papel importante. Los recuerdos asociados a experiencias positivas y gratificantes tienen más probabilidades de ser consolidados que aquellos relacionados con eventos negativos o neutros. Esto se debe a que la recompensa activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, un neurotransmisor que facilita la formación de nuevas conexiones neuronales.

Un estudio que arroja luz sobre el proceso

Un estudio fascinante publicado en la revista Nature en 2021 arrojó luz sobre este asunto. En este estudio, los investigadores diseñaron dos tipos de juegos: «face and maze games». Los participantes jugaban a estos juegos durante una hora mientras se les medía la actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional (fMRI). La clave del estudio estaba en que la última sesión de juego estaba trucada. Los investigadores manipularon los resultados de tal manera que algunos participantes ganaban (recompensa) y otros perdían (sin recompensa) de forma aleatoria.

Los resultados mostraron que los recuerdos de los juegos en los que los participantes habían obtenido una recompensa se consolidaban mejor durante el sueño. Se dio una mayor reactivación de los patrones neuronales que se activaron durante la fase de juego ¡solo en los ganadores! Esto sugiere que la recompensa no solo facilita la formación de nuevos recuerdos, sino que también influye en su consolidación mientras dormimos.

Un misterio sin resolver: ¿Cómo elige el cerebro qué recordar?

Si bien sabemos que el sueño y la recompensa son factores importantes en la consolidación de la memoria, aún queda mucho por descubrir sobre cómo nuestro cerebro elige qué información es digna de ser preservada.

¿Por qué algunos recuerdos se desvanecen con el tiempo, mientras que otros permanecen vívidos durante años? ¿Cómo decide el cerebro qué experiencias son más importantes que otras? Me gustaría poder contaros algo más, pero, estas son preguntas que la ciencia aún no ha podido responder. Sin embargo, los estudios como el que hemos descrito anteriormente nos ayudan a comprender mejor los mecanismos que subyacen a la memoria y a acercarnos a desvelar los misterios que aún la rodean.


Este artículo ha sido redactado por el equipo de Microbacterium.es  de forma exclusiva para Lokicia. Artículo redactado por Pedro Cadenato Martínez de Salinas y editado por Microbacterium.es, que forma parte de sharescience.es

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Bibliografía

Imagen 1 e imagen 2 elaboradas por el autor.

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