Margarita Salas (1938-2019), eminente bioquímica y referente en biología molecular, dejó un legado científico invaluable. Su destacado descubrimiento y patente de la ADN polimerasa del bacteriófago ø29 marcó un hito en la investigación molecular. Pionera en la replicación del ADN, su trabajo revolucionario ha influido tanto en la ciencia española como en la biología global. Su impacto perdura, consolidándola como una figura inspiradora que trasciende géneros, destacando su mensaje de reconocimiento y valoración para las mujeres en la ciencia.

Nació en Canero, Asturias, muy cerca de Luarca, cuna de Severo Ochoa, quién sería su maestro y amigo. Su padre, era médico especializado en psiquiatría y neurología y su madre, era maestra de escuela. El ambiente de su hogar le permitió ingresar en la Universidad, algo poco común para las mujeres de aquellos años.
Se trasladó a Madrid, dónde cursó la licenciatura en Químicas en la Universidad Complutense, obteniendo el título en 1960. Inspirada por el D. Severo Ochoa, amigo de la familia, cuando finalizó la licenciatura, se decantó hacia la investigación Bioquímica.
En 1963, Margarita defendió su Tesis Doctoral, realizada en el laboratorio del enzimólogo Alberto Sols, titulada Especificidad anomérica de la glucosa-6-fosfato isomerasa.
En este laboratorio conoció y se casó con el bioquímico Eladio Viñuela. Colaboró con él en el estudio de la glucoquinasa de hígado, una nueva enzima que habían descubierto como primer paso en la ruta de síntesis de glucógeno en el hígado a partir de la glucosa, que daba lugar a la formación de la glucosa-6-fosfato.
Ampliando los hallazgos en bioquímica durante su trabajo en el laboratorio de D. Severo Ochoa.
Tras contraer matrimonio, en 1964 la pareja se trasladó al laboratorio de Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York. Allí, utilizando la bacteria Escherichia coli, Margarita Salas realizó contribuciones cruciales a la comprensión de los procesos fundamentales de transcripción y traducción, ahora considerados hitos científicos presentes en todos los manuales. Entre ellos, determinó la dirección de lectura del mensaje genético, revelando que el mRNA se lee en el sentido 5′ a 3′, un concepto desconocido hasta entonces.
Además, demostró la presencia de formilmetionina como iniciador de las proteínas codificadas por un mensajero policistrónico en un sistema de E. coli, utilizando la técnica de electroforesis en gel de poliacrilamida en presencia de SDS, perfeccionada por Eladio.
También descubrió los factores que inician la síntesis de proteínas, encargados de la unión del formilmetionil-tRNA a los ribosomas en presencia del triplete iniciador AUG. Y demostró que el triplete sin sentido UAA provoca la terminación de la cadena polipeptídica. Estos logros han dejado una huella indeleble en la historia científica.
Vuelta a España.
En 1967, regresaron a España y se unieron al Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, ahora nombrado en honor a Margarita Salas. Allí, iniciaron su investigación enfocada en el bacteriófago ø29.
Desde 1970, Margarita Salas asumió la dirección exclusiva de la investigación sobre ø29, mientras que Eladio Viñuela optó por un proyecto independiente centrado en el virus de la peste porcina.
En 1975, se fundó el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. Dónde, Salas comenzó a liderar, en 1977, el equipo de Replicación y Transcripción del DNA del bacteriófago ø29, logrando contribuciones científicas destacadas sobre los mecanismos de replicación genética.

Avances en biotecnología: el bacteriófago ø29.
Entre sus logros sobresale el descubrimiento de las singulares propiedades de la ADN polimerasa en el virus del bacteriófago ø29: desplazamiento de hebra, alta procesividad y corrección de errores de replicación.
Estas características permitieron resultados destacados en la amplificación del ADN circular mediante el mecanismo «Rolling-circle», expandiéndose luego a la amplificación del ADN genómico lineal.
Esta enzima cataliza la polimerización de una nueva hebra de ADN durante su replicación y desempeña un papel crucial en la reparación del ADN. Su función principal radica en emparejar desoxirribonucleótidos trifosfato con los de la cadena original, añadiendo aproximadamente 700 nucleótidos por segundo con mínimas probabilidades de error. Este proceso, rápido, sencillo y fiable, ha sido fundamental en genética molecular, medicina forense y ha sentado las bases de la biotecnología.

Reconocimiento y logros.
Son numerosos los premios y reconocimientos recibidos por Margarita Salas.
Miembro de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) desde 1964, fue la primera presidenta mujer (1988-1992) y socia de honor desde 1997. Desde 1988, integra la Real Academia Europea y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. En 2003, se convirtió en la primera bioquímica en la Real Academia Española de la Lengua, y en 2007, en la primera española en la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. También ha sido nombrada Doctora honoris causa por diversas universidades.
En 2019, la Oficina Europea de Patentes la premió por su excepcional trayectoria científica. Durante 23 años, enseñó Genética Molecular en la Universidad Complutense de Madrid, guiando a más de 50 doctorandos en su laboratorio. Evidenciado por el reconocimiento de la revista Nature en 2017 con el premio «Nature Award for Mentoring in Science» por su destacada tutoría a jóvenes investigadores.
Tras jubilarse a los 70 años, la investigadora continuó con su trabajo gracias a un nombramiento como profesora ad honorem del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa por parte del CSIC.
El pensamiento de Margarita Salas sobre la ciencia ha quedado reflejado en un párrafo publicado en julio de 2015 por la Asociación de Mujeres Científicas y Tecnólogas (AMIT), dónde expone que: «la ciencia es el conocimiento de todo lo que nos rodea, hay gente que piensa que la ciencia es dogma sin embargo no lo es […] en ciencia no hay dogmas. Una hace experimentos, obtiene resultados, interpreta esos resultados del modo más preciso posible, pero puede venir dentro de un año, de dos, de diez, alguien que contradice los resultados que tú has interpretado […]. En la experimentación normal […] hay que ser humilde y tomarse los resultados y las conclusiones de los resultados con cierto cuidado«.
En cuanto a las mujeres en la ciencia, Salas afirmó que aquellas que demuestren valía y perseverancia serán reconocidas y valoradas como científicas con el tiempo, sin importar su género.
Indudablemente, Margarita Salas dejó una marca significativa en el avance científico de España y en la biología contemporánea.
Bibliografía.
- A. Bernad, L. Blanco, J.M. Lázaro, G. Martín, and M. Salas (1989). A conserved 3’→ 5′ exonuclease active site in prokaryotic and eukaryotic DNA polymerases. Cell 59, 219-228.
- A. Bravo, G. Serrano-Heras, and M. Salas. (2005). Compartmentalization of prokaryotic DNA replication. FEMS Microbiol. Rev. 29, 25-47.
- C. Escarmís and M. Salas (1981). Nucleotide sequence at the termini of the DNA of Bacillus subtilis phage ø29. Proc. Natl. Acad. Sci. USA, 78, 1446-1450.
- J. Avila, J.M. Hermoso, E. Viñuela, and M. Salas (1970). Subunit composition of B. subtilis RNA polymerase. Nature, 226, 1244-1245.
- M. de Vega, J.M. Lázaro, M. Mencía, L. Blanco, and M. Salas. (2010). Improvement of ø29 DNA polymerase amplification performance by fusion of DNA binding motifs. Proc. Natl. Acad. Sci. USA. 107, 16506-16511.
- M. Salas (1983). A new mechanism for the initiation of replication of ø29 and adenovirus DNA: priming by the terminal protein. Curr. Top. Microbiol. Immunol., 109, 89-106.
- M. Salas (1987) 40 years with bacteriophage ø29. Annu. Rev. Microbiol.61, 1-22.
- M. Salas (1991). Protein-priming of DNA replication. Annu. Rev. Biochem., 60, 39-71.
- M. Salas (2007) 40 years with bacteriophage ø29. Annu. Rev. Microbiol.61, 1-22.
- M. Salas (2012). My life with bacteriophage ø29. J. Biol. Chem. 287, 44568-44579.
- M. Salas, L. Blanco, J.M. Lázaro, and M. de Vega (2008) My favorite enzyme: the bacteriophage ø29 DNA polymerase. IUBMB Life. 60, 82-85.
- M. Salas (2016) My scientific life, Bacteriophage, 6:4, DOI: 10.1080/21597081.2016.1271250.
- M. Salas, M.B. Hille, J.A. Last, A.J. Wahba, and S. Ochoa (1967). Translation of the genetic message. II. Effect of initiation factors on the binding of formyl-methionyl-tRNA to ribosomes. Proc. Natl. Acad. Sci. USA, 57, 387-394.
- M. Salas, M.A. Smith, W.M. Stanley, Jr., A.J. Wahba, and S. Ochoa (1965). Direction of reading of the genetic message. J. Biol. Chem., 240, 3988-3995.
- M. Salas and E. Viñuela (1980). Proteins covalently linked to the viral nucleic acids. Trends Biochem. Sci. July, 191-193.
- M. Salas, E. Viñuela, and A. Sols (1965). Spontaneous and enzymatically catalyzed anomerization of glucose-6-P and anomeric specificity of related enzymes. J. Biol. Chem., 240, 561-568.
- M. Serrano, M. Salas, and J.M. Hermoso (1990). A novel nucleoprotein complex at a replication origin. Science, 248, 1012-1016.
- S. Kamtekar, A. Berman, J. Wang, J.M. Lazaro, M. de Vega, L. Blanco, M. Salas, and T. A. Steitz. (2004). Insights into strand displacement and processivity from the crystal structure of the protein-primed DNA polymerase of bacteriophage ø29. Mol. Cell 16, 609-618.
- D. Muñoz-Espín, R. Daniel, Y. Kawai, R. Carballido-López, V. Castilla-Llorente1, J. Errington, W. J.J. Meijer, and M. Salas (2009). The actin-like MreB cytoskeleton organizes viral DNA replication in bacteria. Proc. Natl. Acad. Sci. USA. 106, 13347-13352.
- El CSIC rinde homenaje a la bioquímica Margarita Salas, una de las mayores científicas del siglo XX | Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
- Margarita Salas Falgueras | Académico | Real Academia Española (rae.es)
- Margarita Salas, una indeleble huella en la ciencia española – Mujeres con ciencia.
- Margarita Salas Falgueras – AMIT (amit-es.org)
- Margarita Salas (1938-2019) (nature.com)
