Hoy, día 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. El autismo o trastorno del espectro autista (TEA), es una condición con una gran prevalencia y está presente en 1 de cada 100 nacimientos. Se trata de un trastorno del neurodesarrollo de origen multifactorial caracterizado, principalmente, por problemas en la interacción social y la comunicación, intereses restringidos y conductas estereotipadas. Pero, ¿cuáles son las causas del autismo? ¿qué papel tienen los factores genéticos y ambientales?

Heredabilidad del autismo

Aunque no existe un solo gen responsable del autismo, los estudios demuestran que existe un componente genético fuerte. El autismo muestra un factor de heredabilidad en torno al 40-80%, lo que sugiere que la predisposición genética juegas un papel fundamental.

Investigaciones sobre la relación autismo-genética

Uno de los estudios pioneros sobre la relación entre genética y autismo fue el realizado por Rutter y Folstein en el Instituto de Psiquiatría del Hospital Maudsley. En su trabajo publicado en 1977, examinaron la incidencia del autismo en diferentes familias y gemelos y descubrieron que los genes desempeñaban un papel importante en el autismo:

  • Por un lado, descubrieron que los hermanos de personas con autismo tenían una probabilidad significativamente mayor de presentarlo en comparación con la población general.
  • Observaron que en los gemelos genéticamente idénticos, si uno de ellos presentaba autismo, la probabilidad de que el también sufriera el trastorno era muy alta.
  • La probabilidad de presentar autismo disminuía en los gemelos genéticamente no idénticos.

Estos hallazgos iniciales sugerían una fuerte influencia genética en el autismo y brindaron un importante impulso para investigar más a fondo la genética de esta condición.

Mutaciones y autismo

En las últimas décadas, los avances en el entendimiento del genoma humano y la tecnología genética, como la secuenciación del ADN y el análisis de la expresión génica, han permitido profundizar en la comprensión de la base genética del autismo, identificando más de 100 genes asociados con el riesgo de desarrollar esta condición. En el autismo, se observan mutaciones genéticas que pueden provenir de diversas fuentes:

  • Heredadas – variantes comunes y raras: estas mutaciones son heredadas de los padres y pueden ser tanto comunes como raras.
Ejemplo de mutación común, gen CNTNAP2 en el cromosoma 7q35: CNTNAP2 (Contactin Associated Protein-Like 2) es un gen que codifica una proteína de la superfamilia de las proteínas de la adhesión celular y está involucrado en el desarrollo del sistema nervioso, incluyendo la formación de las sinapsis y la mielinización neuronal. Ciertas variantes genéticas en CNTNAP2 están asociadas con un mayor riesgo de autismo, el retraso en el desarrollo del lenguaje y dificultades en la interacción social.
Ejemplo de mutación rara, genes NLGN3 y NLGN4: Estos genes pertenecen a la familia de las neuroliglinas, que juegan un papel crucial en la formación y estabilidad de las conexiones sinápticas, facilitando la comunicación entre las células nerviosas. Las mutaciones que afectan a NLGN3 y NLGN4 pueden alterar la función normal de estas proteínas, lo que a su vez puede interferir con el desarrollo y funcionamiento del cerebro.
  • No heredadas – variantes de novo

El autismo también se ha relacionado con las mutaciones de novo, mutaciones que ocurren de manera espontánea en el óvulo o espermatozoide (solo están presentes en el individuo y no en sus progenitores).

Por ejemplo, se han observado duplicaciones de 15q, deleciones de 22q11.2, y duplicaciones o deleciones de 16p11.2.

Cromosoma X en el autismo

El autismo afecta más a hombres que a mujeres, en una proporción aproximada de 3:1. Sin embargo, las mujeres tienden a recibir menos diagnóstico de autismo que los hombres, y hay evidencia que sugiere que el cromosoma X de las mujeres pueden tener una especie de efecto «protector».

  • Infradiagnóstico: Esto se debe a que los niños suelen mostrar comportamientos más visibles, como agresión o repetición de ciertas acciones, mientras que las niñas tienden a mostrar comportamientos más internos. Además, muchas veces las mujeres recurren a un mecanismo de defensa denominado «masking o camuflaje«, con el que enmascaran sus síntomas para poder adaptarse a las demandas del entorno.
  • Papel protector cromosoma X: Las mujeres con mutaciones genéticas relacionadas con el autismo a menudo muestran menos síntomas que los hombres con las mismas mutaciones. Esto sugiere que la presencia de un cromosoma X adicional puede modular la expresión fenotípica del autismo, haciendo que las mujeres sean menos propensas a mostrar síntomas severos o a ser diagnosticadas con autismo.
    Además, el papel de las hormonas femeninas en el autismo es un área de investigación en evolución y aunque no está completamente comprendido, parece ser que hormonas femeninas, como el estrógeno y la progesterona, podrían tener efectos protectores o modificadores en el desarrollo del autismo en las mujeres.

Trastornos relacionados con el autismo: Además, existen otros trastornos que muestran similitudes con el autismo, el síndrome X frágil y el síndrome de Rett. Estos trastornos suelen ser causados por genes localizados en el cromosoma X, lo que indica que los genes presentes en este cromosoma también pueden tener influencia en los rasgos relacionados con el autismo.

Epigenética y factores ambientales

Los factores ambientales también desempeñan un papel crucial, especialmente a través de la regulación epigenética, un mecanismo que puede influir en la expresión génica sin cambiar la secuencia del ADN. Algunos de los factores son:

  • La edad de los padres
  • Las complicaciones durante el embarazo y el parto
  • Las exposiciones ambientales, como la presencia de contaminantes o infecciones durante la gestación.

Estos elementos no son causa directa de autismo, pero pueden incidir en el desarrollo cerebral de manera que aumente la probabilidad de manifestar esta condición.

Conclusión

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo complejo en el que tanto los factores genéticos como ambientales desempeñan un papel crucial. Los avances en los estudios genéticos están allanando el camino para una mejor comprensión de las bases biológicas del autismo. Se espera que en el futuro, la investigación genética pueda ofrecer métodos más precisos para detectar y diagnosticar el autismo de manera temprana, lo que a su vez facilitará el desarrollo de nuevas terapias y enfoques de tratamiento para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por este trastorno.

Hay que recordar que la concienciación, la educación y la investigación continua son clave para avanzar hacia una mayor inclusión y apoyo a quienes viven con autismo.

Referencias:

  • La Organización Mundial de la Salud. (s.f.). Trastornos del espectro autista. WHO. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/autism-spectrum-disorders
  • Thapar, A., & Rutter, M. (2021). Genetic Advances in Autism. Journal of autism and developmental disorders51(12), 4321–4332. https://doi.org/10.1007/s10803-020-04685-z
  • Ramaswami, G., & Geschwind, D. H. (2018). Genetics of autism spectrum disorder. Handbook of clinical neurology147, 321–329. https://doi.org/10.1016/B978-0-444-63233-3.00021-X

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